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Asamblea contra la fractura hidráulica de Cantabria

Fractura hidráulica: los mitos del gas de esquisto y la realidad del mercado europeo

18 de Agosto, 2013

Artículo extraído del blog Noticias de abajo.

Texto original de Igor Alexeev, 16 de agosto de 2013 - Dissident Voice

Muchas compañías de extracción de gas de los esquistos (pizarras) de los Estados Unidos que hablaron con gran estruendo de la revolución de este tipo de gas, se enfrentan ahora a un agotamiento de las reservas. En febrero de 2013, la EIA (Administración de Información Energética de los Estados Unidos) advirtió que “se espera una reducción de los rendimientos y el agotamiento de las zonas de mayor productividad, de tal modo que finalmente se reducirá la tasa de crecimiento y se verá comprometida la producción”. Es una declaración cautelosa pero que genera cierta intriga.

Arthur Berman, un destacado opositor a la extracción del gas de los esquistos que dirige la empresa Consulting Labyrinth en Sugurland, Texas, no se muestra sorprendido: “El fenómeno del gas de esquisto ha estado financiado principalmente con acciones y deuda. Llegados a este punto, más deuda y una depreciación de las acciones crea una situación menos factible para muchas empresas”, escribió en el blog The Oil Drum hace varios meses. Al igual que la fiebre del oro del siglo XIX en los Estados Unidos, la extracción del gas de los esquistos está resultando una oportunidad y un mercado limitados.

La tasa media de agotamiento de los pozos en la Formación Bakken ( la mayor formación existente en los Estados Unidos) fue del 69% en el primer año y del 94% en los próximos cinco años (el 37% y el 50% en la Formación Barnett). Debido a la falta de datos fiables sobre el gas extraído de los esquistos, muchos expertos ( por ejemplo Deborah Rogers del Foro de Política Energética) esperan una amortización en el futuro de los activos invertidos en el gas de esquisto. Naturalmente, los inversores más pequeños no van a oír hablar en las noticias de amortización.

Los bajos precios del gas en el mercado estadounidense hace que sea muy difícil perforar más pozos y mantener los actuales niveles de producción, a menos que cambie radicalmente la tecnología utilizada. “La burbuja de los precios baratos (del gas) en los Estados Unidos va a estallar en un período de dos a cuatro años”, opina David Hughes, geocientífico y ex jefe de equipo de gas no convencional de la Canadian Potential Gas Committee: “A un precio lo suficientemente alto, la burbuja va a estallar en un período de 10 a 15 años, cuando las perforaciones comiencen a dispersarse”. Esto significa que el mercado de gas natural absorbe con éxito la producción del gas de los esquistos.

Los puntos de inflexión en la producción de gas de los esquistos es un inconveniente bien conocido de las tecnologías de perforación horizontal y de fractura hidráulica. Se produce un pico en la producción en uno o dos años, y a partir de ahí la producción se reduce paulatinamente. El promedio de vida de un pozo de extracción de gas de los esquistos es de aproximadamente 8 años en Texas. Las empresas de perforación deben invertir de forma continua en nuevos pozos, o en todo caso refracturar (refrack) los antiguos. En comparación con los pozos convencionales, los pozos perforados verticalmente resultan más estables durante un período de 20 a 30 años.

El modelo de negocio de la fractura hidráulica en el período 2009-2012 se basó en un enorme flujo de fondos de inversión atraídos por las promesas de unos altos precios para el gas natural. Pero al mismo tiempo, los rendimientos de los pozos de gas de los esquistos fueron considerablemente más bajos de lo esperado, por lo que se ha convertido en un negocio de alto riesgo. La falta de estadísticas se suplió con las promesas de grandes ganancias. ¿Los precios del gas son lo suficientemente altos como para invertir en la explotación de nuevos yacimientos en los próximos años? Es poco probable. El gas natural para septiembre y octubre de 2013 pasa por los precios más bajos de los últimos cinco meses, después de que las reservas de los Estados Unidos aumentaran más de lo previsto, informó Bloomberg.

También hay noticias de que la Banca de Inversión ha promovido la burbuja del gas de esquisto con el fin de beneficiarse del auge de este tipo de energía de corta duración (1). La crisis de las subprime (hipotecas de alto riesgo) ha puesto de manifiesto que a Wall Street se le da muy bien crear burbujas financieras. Muchos pequeños inversores que se vieron atraídos por publicaciones consideradas respetables pueden perder su dinero, pronostica el profesor Robert U. Ayres en Forbes. El boom del gas de esquisto fue rentable en 2009, pero ahora es un poco tarde para ganar en este negocio.

El fuerte movimiento de base contra la fractura hidráulica en Europa demuestra que la gente está empezando a comprender de los riesgos ocultos de la explotación del gas de los esquistos. Muchos países de Europa Occidental han rechazado los proyectos de extracción de gas de los esquistos por ser poco realistas a pesar de que los precios en Europa de la energía son el doble que en los Estados Unidos. Alemania ha creado una fuerte resistencia frente a la fractura hidráulica. El Presidente francés Hollande ha bloqueado las iniciativas de explotación del gas de esquisto. La Agencia Internacional de la Energía con sede en París tiene muchas dudas sobre la explotación de este gas en Europa: falta de equipos de perforación, mayor densidad de población y daños al ambiente. El único país apologista de la fractura hidráulica dentro de la Unión Europea es Gran Bretaña, que está muy influenciada por las empresas estadounidenses que tratan de vender equipos de perforación en la isla.

En mayo de 2013, la Comisaria Connie Hedegaard destacó los factores geológicos y geográficos de Europa que hacen que la explotación a gran escala del gas de los esquistos no sea tan rentable como en América del Norte. Por último, el Director de la Dirección General de Medio Ambiente, Robin Meige, ha dicho recientemente que “en el mejor de los casos, el gas de esquisto de Europa sólo podría compensar la disminución de la producción nacional de gas convencional”. En otras palabras, Europa debe olvidarse de las fantasías de la repetición de un boom energético como en los Estados Unidos, se dice en el diario digital OilPrice.com

Algunos Estados de Europa de Este están favoreciendo la extracción de gas de los esquistos por razones puramente políticas, sin tener en cuenta los intereses de su población. Por ejemplo, el Gobierno de Polonia está realizando declaraciones sin fundamento sobre la revolución del gas de esquisto. A pesar de que se han perforado unos 40 pozos en todo el país desde 2010, ninguna compañía ha anunciado todavía que esté extrayendo gas con fines comerciales. La corrupción en torno este asunto es espectacular: siete funcionarios fueron detenidos el mes pasado acusado de dar licencias de forma irregular para la explotación de yacimientos de gas de esquisto.

Al mismo tiempo, los agricultores polacos han iniciado protestas contra el desarrollo de la fractura hidráulica, que parecen entender mucho mejor la situación que muchos analistas profesionales de Londres. “Si se perforan pozos a miles de metros bajo tierra se verá afectada el agua y no habrá más vida en nuestros campos”, decía Stefan Jablonski durante una protesta en Varsovia la semana pasada. “Por no decir que podríamos terminar sin agua y sin gas tampoco”.

(1). “Shale and Wall Street,” febrero de 2013.